El glaucoma es una patología ocular que se presenta cuando en el interior del ojo existe un aumento de la presión intraocular. Pero ¿cómo es posible que esto pase? Dentro del ojo existen fluidos que son producidos regularmente; estos, al tiempo que son fabricados fluyen y son eliminados por el mismo sistema ocular.
El aumento de la presión ocular sucede cuando el líquido no se elimina a tiempo. Por lo que la acumulación de este en el ojo provoca un desajuste, y por lo tanto un aumento en la presión intraocular. Esta enfermedad produce ceguera permanente en el perro, puesto que el nervio óptico, así como la retina, se ven afectados por el aumento de presión.
El glaucoma, al igual que en los humanos, se diagnóstica midiendo la presión arterial del ojo. Esta medición la hace un veterinario, de preferencia un veterinario especialista en oftalmología.
Clases de glaucoma:
Glaucoma primario.
Este tipo de glaucoma es el más común, y cuando se presenta lo hace de manera contundente y rápida. Por lo que no se garantiza un buen final una vez que se ha detectado. Esta enfermedad afecta a los dos ojos del perro. Las razas: Cocker Spaniel, Beagle, Chow Chow, Samoyedo, Basset Hound, entre otras, están dentro de las más propensas a padecer este padecimiento.
Glaucoma secundario.
Trauma ocular, uveítis, luxación en el cristalino o tumores, entre otros, son enfermedades que si se complican pueden provocar glaucoma secundario.
Glaucoma agudo y crónico.
De la misma manera, es posible clasificar al glaucoma en agudo y crónico, tomando como referente que tan rápido se presentan y desarrollan los síntomas. Siendo el agudo el que provoca más dolor al animal. Mientras que en el glaucoma crónico el ojo afectado pierde la visión. Sin embargo, los síntomas no son tan dolorosos.
¿Cómo se trata el glaucoma?
Para el glaucoma crónico; es decir, cuando uno de los ojos ha perdido la visión, el tratamiento está orientado a minimizar los dolores intensos que la pérdida del ojo puede ocasionar, así como las lesiones cornéales que se pueden presentar. En este caso extirpar el ojo perdido trae buenos resultados. En consecuencia de lo anterior, una operación estética como la colocación de una prótesis es factible.
Por otro lado, cuando se habla de glaucoma agudo, el tratamiento es diferente. Y antes de pensar en cirugía, primero se deberá dar medicamento, ya sea por intravenosa u oral, estas ayudan a disminuir el líquido intraocular. Es decir, bajan la presión del ojo. Esto se debe de hacer lo más rápido posible, pues el glaucoma agudo avanza de manera rápida.
Si el medicamento no funciona, es entonces que se recurre a la cirugía. En donde el objetivo es parar la producción de líquido del ojo y así bajar la presión ocular. Dicha operación puede realizarse con laser, si así lo indica el veterinario.
Chequeos periódicos
Para prevenir el glaucoma es necesario hacer chequeos periódicos en donde se mida la presión ocular.
Como ves, el glaucoma aunque puede llegar a provocar ceguera se puede prevenir, si se realiza exámenes de manera pertinente. De la misma manera, se puede evitar la ceguera total si el perro ya tiene glaucoma crónico.
Ayudemos a nuestros perros, para que no pierdan su visión. Llevémoslo al veterinario a la primera sospecha.