La dirofilariosis canina es una enfermedad que fue descubierta en perros hace aproximadamente un siglo. Se trata de una enfermedad parasitaria en la que un gusano llamado Dirofilaria Immitis Parasita principalmente el corazón y los pulmones de los perros a través del riego sanguíneo. Sobre todo se hallan en el ventrículo derecho del corazón y en los vasos sanguíneos de los pulmones.
Este gusano va obstaculizando el riego sanguíneo en poco tiempo, ya que se reproduce muy rápidamente. De hecho, se pueden llegar a hallar más de cien gusanos en el organismo de un animal que padezca infestación extrema a un nivel avanzado.
¿Cómo se contagia esta enfermedad?
El contagio de esta enfermedad se da a través de un vector, nunca por contacto con otros perros enfermos, exceptuando en el proceso de la gestación donde la madre puede transmitirlo a los cachorros no natos. El vector que contagia la enfermedad es un mosquito que ha absorbido el parásito en su fase más joven cuando ha picado a algún otro animal infestado previamente. En el interior del mosquito vector, a lo largo dos o tres semanas, se desarrollan estas larvas hasta llegar a ser gusanos todavía inmaduros. Cuando el mosquito pica a otro perro le transmite estos gusanos inmaduros y así comienza la enfermedad del gusano del corazón en un perro hasta ese momento sano. Estos gusanos inmaduros se irán desarrollando dentro de los tejidos del animal afectado y finalmente, conforme se van tornando adultos, se irán hospedando en el corazón y los pulmones a través del riego sanguíneo para continuar su ciclo de vida. Desde que los parásitos entran en el organismo de un perro hasta que alcanzan su madurez pueden transcurrir entre 80 y 120 días.
Esta parasitosis afecta no solo a perros, sino también a una amplia cantidad de especies animales entre las cuales se encuentran los gatos, los lobos, los zorros, los coyotes, los hurones, los leones marinos.
¿Cuáles son los síntomas principales del gusano del corazón?
Los individuos que han sido infestados hace poco tiempo puede que no presenten síntomas. Es por esto precisamente que muchas veces cuando detectamos síntomas algunos de los órganos del perro ya están afectados. Por lo que, es de vital importancia para evitarle tiempo de sufrimiento y salvarle la vida a nuestro fiel amigo, que si detectamos cualquier síntoma acudamos a nuestro veterinario para que le realice un análisis de sangre en busca del parásito entre más pruebas que considere oportuno realizar.
Estos son los síntomas más comunes en esta enfermedad parasitaria:
- Cansancio con poco esfuerzo, llegando a no poder hacer ejercicio debido a la dificultad cardíaca y respiratoria que se presenta
- Aumento del ritmo cardíaco debido al esfuerzo extra que tiene que realizar el corazón
- Tos blanda y dificultad para respirar
- Hemorragias nasales y sangrados por la boca
- Apatía y depresión
- Pérdida de peso
- Desmayos por la debilidad generalizada
- Falta de apetito
En una analítica sanguínea encontraremos el parásito en caso de estar la enfermedad algo avanzada, además de encontrar anemia, problemas de coagulación, problemas renales y las transaminasas hepáticas elevadas. Esto último es debido a que los riñones y el hígado son afectados.
¿Existe tratamiento para esta enfermedad parasitaria?
Es una enfermedad tratable si se diagnostica a tiempo y se comienza rápidamente un tratamiento para eliminar tanto los gusanos adultos como las larvas, además de tener que administrar tratamiento de apoyo para los órganos afectados, incluidos el riñón y el hígado. Pero, como siempre, es mejor prevenir la enfermedad que tratarla, ya que si se encuentra en un estado avanzado es complicada de solucionar y puede llevar al animal infestado a la muerte.
Para diagnosticar la enfermedad el veterinario deberá realizar una serie de pruebas entre las cuales deberá hacer un análisis de sangre completo. Este análisis servirá para detectar el parásito a la vez que revisaremos su salud, sabiendo así en qué punto se encuentra la enfermedad y cuál es el estado general de la salud del paciente para poder soportar el tratamiento que se le administrará y responder adecuadamente a éste.
Se administran diversos medicamentos según la etapa en la que se halla la enfermedad en cada momento y se tratan los síntomas. Lo más probable es que el tratamiento dure varios meses. El procedimiento de tratamiento a seguir más común es primeramente la administración de inyecciones para eliminar los gusanos adultos. Seguidamente, cuando esta primera fase del tratamiento ha tenido éxito, se pasa a una medicación para expulsar a las microfilarias y las larvas del organismo. Finalmente se deberá proporcionar vitaminas y una alimentación que ayude a remontar su salud.
Es vital que durante el tratamiento de expulsión de parásitos, el perro afectado guarde mucho reposo para evitar obstrucciones y daños en los órganos afectados. Cuando el can esté recuperado deberá ir retomando la actividad normal poco a poco, siguiendo las recomendaciones del veterinario que lo haya tratado de la enfermedad. Es importante recordar que el tratamiento es agresivo por lo que dejará huella en la salud de nuestro fiel compañero. Por esto deberemos ayudarle a recuperar sus fuerzas y su salud una vez acabado el tratamiento, a la vez que procuraremos durante el tiempo que dure el tratamiento reforzar la salud del perro de formas que nos aconseje nuestro veterinario.
¿Cómo podemos prevenir el gusano del corazón en nuestro perro?
Podemos prevenir la parasitosis por el gusano del corazón acudiendo a nuestro veterinario de confianza y pidiéndole que nos haga un plan preventivo sobre esta enfermedad. Seguramente nos recete un antiparasitario oral concreto para que administremos a nuestro perro una vez al mes sobre todo durante los meses más activos de los mosquitos. Es importante saber que estos antiparasitarios son administrables en perros a partir de los cuatro meses de vida. Además, existen algunas pipetas que también contienen el antiparasitario indicado para el gusano del corazón.