La enfermedad causada por los gusanos del corazón o dirofilariosis es una infestación parasitaria causada por el gusano Dirofilaria immitis. Los gusanos adultos viven en el corazón del animal infestado (de ahí que reciban el nombre de “gusanos del corazón”) y/o en los pulmones, donde provocan una enfermedad de evolución lenta con graves síntomas cardíacos y respiratorios que, en ocasiones, pueden resultar mortales. El parásito se transmite por la picadura de mosquitos el tratamiento es difícil, pero la prevención rutinaria en los animales de compañía resulta sencilla y debería llevarse a cabo en las zonas endémicas.
Chata, paciente con dirofilaria immitis
Chata es de la raza Dogo de Burdeos, ha estado recibiendo tratamiento en nuestro hospital, ya que está diagnosticada con dirofilariosis (o gusano en el corazón). Ella vive en Guaymas, Sonora, y el clima de esa región favorece el desarrollo de este parásito.
¿Cómo se contagia la dirofilaria?
Los gusanos del corazón (Dirofilaria immitis) son vermes grandes y de cuerpo redondo, con un aspecto similar al de los espaguetis hervidos, que se caracterizan por invadir el corazón y el aparato respiratorio de los animales de compañía. Los perros son los principales hospedadores de las dirofilarias, pero también los gatos pueden verse afectados.
Las formas adultas de las dirofilarias viven en el interior del corazón y de los grandes vasos sanguíneos que irrigan los pulmones. Los gusanos hembra que han sido fertilizados liberan minúsculas larvas (denominadas microfilarias) en el torrente sanguíneo. Cuando los mosquitos succionan la sangre del animal infestado, ingieren estas larvas que, en las condiciones climáticas adecuadas, se desarrollan en el interior del insecto y pasan a un nuevo estado infeccioso. Así pues, el mosquito desempeña un papel fundamental como hospedadores intermedios, ya que las microfilarias sólo pueden ser infecciosas una vez han alcanzado esta fase de desarrollo en el interior del insecto.
Cuando el mosquito pica a otro animal, la larva (que tiene el tamaño de una cabeza de alfiler) penetra en el organismo del nuevo hospedador. La evolución que sigue el parásito a continuación difiere ligeramente en perros y gatos.
Video en microscopio de una muestra de sangre de la Chata, en donde se observan las microfilarias (larvas)
Síntomas
Los síntomas son normalmente debidos a la obstrucción del tracto de salida del corazón causada por la presencia de dirofilarias adultas. Cuanto mayor es el número de gusanos y el tiempo que transcurre sin tratar la enfermedad, más graves son los síntomas del perro. Es poco común que los síntomas aparezcan de forma repentina. Se trata, por el contrario, de una enfermedad que suele ser crónica y que evoluciona progresivamente. De manera que, como se muestra en la tabla siguiente, puede dar lugar a signos clínicos de intensidad variable.
En algunos casos, puede presentarse una complicación grave de la enfermedad, que se denomina síndrome de la vena cava, y que se debe a la entrada de las dirofilarias en la vena cava, uno de los grandes vasos sanguíneos que llevan la sangre al corazón. En este caso, los perros presentan síntomas de aparición súbita, que incluyen debilidad, colapso, pérdida del apetito y graves alteraciones en los análisis de sangre. Desgraciadamente, este síndrome suele ser mortal a pesar de que se realice un tratamiento.
Diagnostico
La dirofilariosis (infección por Dirofilaria immitis) puede ser difícil de diagnosticar si se basa únicamente en los signos clínicos, aunque la existencia de otros casos clínicos en áreas de riesgo elevado puede despertar las sospechas del veterinario.
El diagnóstico se realiza mediante una combinación de una prueba de sangre específica para la detección de D. immitis y una exploración radiográfica, que permitirá observar indirectamente los daños causados por las dirofilarias en el corazón y los pulmones.
En el caso de la Chata, además de revisar sus signos clínicos, se le realizaron Rayos X, ultrasonidos y la prueba SNAP 4DX para diagnosticarla, aquí les compartimos algunos de sus resultados.
Tratamiento
El tratamiento de los perros con síntomas clínicos es difícil y depende de la naturaleza de los síntomas. En el caso de los animales que presentan síntomas clínicos graves resulta esencial realizar un tratamiento de soporte en la clínica. Como mínimo, los perros tendrán que limitar su actividad física durante muchas semanas y muchos de ellos deberán ser hospitalizados.
Existen fármacos para matar las dirofilarias adultas y su administración ha de ir seguida, unas semanas después, de la administración de otro fármaco para eliminar las larvas. Es preciso administrar además otros fármacos para controlar la reacción del organismo del animal contra la muerte brusca de estos gusanos en el interior del corazón. Es posible que el veterinario desee realizar una nueva prueba al animal (análisis de sangre rápido) para verificar si el tratamiento ha resultado eficaz. En casos muy graves puede practicarse la retirada quirúrgica de los gusanos del corazón, pero esto se lleva a cabo en muy pocos centros, ya que es preciso que la realice un cirujano con experiencia.
Prevención
Los fármacos para su prevención están ampliamente comercializados y son de fácil aplicación. En general se utilizan las preparaciones spot-on (o de aplicación mediante una unción dorsal puntual), que suelen tener una acción combinada contra distintos parásitos internos y externos, garantizando así el tratamiento contra otros parásitos intestinales. También se dispone de fármacos por vía oral o inyectable. Resulta de vital importancia seguir los consejos del veterinario a la hora de instaurar un plan preventivo contra la dirofilariosis (pruebas sanguíneas de detección y la elección del fármaco más adecuado, así como su frecuencia de administración).