Existen muchos mitos alrededor de los gatos y las enfermedades que pueden llegar a transmitir al humano, uno de esos mitos es que las mujeres embarazadas no deben convivir con estos felinos, ya que pueden contagiarse de toxoplasmosis.
Como mencionamos antes esto se trata únicamente de una falsa creencia; ya que aunque el gato es el único huésped y el único animal que lo elimina por las heces, es decir, que es transmisor de este parásito, se requiere de una muy mala higiene y un largo periodo de tiempo para que este parásito se vuelva infeccioso y afecte la salud del humano.
Por acariciar a un gato o convivir con uno no existe ningún riesgo de contagio de toxoplasmosis, incluso en una mujer embarazada. Es mucho más común o mucho más fácil que se transmita a través de ingestión de otras formas parasitarias que se encuentran en carne cruda mal cocida o en verduras contaminadas que no se desinfectan correctamente.
Hablemos de la enfermedad, ¿Qué es la toxoplasmosis?
La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa causada por uno de los parásitos más extendidos en el mundo: el Toxoplasma godii.
Este organismo puede infectar a todos los mamíferos. Y los únicos que lo eliminan por las heces, es decir, que son transmisores o huéspedes finales del parásito, son los felinos. El resto lo mantienen en su cuerpo y sólo contagian si se ingiere su carne cruda o semicruda.

¿Por qué los gatos son transmisores? Porque cumplen ciertas condiciones en su organismo para que el ciclo biológico de la toxoplasmosis se desarrolle en su fase intestinal.
Riesgo de contagio al ser humano
A pesar de lo popularmente conocido, tener un gato como mascota no incrementa el riesgo. En realidad, es altamente improbable que el felino sea el responsable del contagio de la enfermedad a una persona, incluso si se encuentra embarazada. ¿Por qué? Porque deben presentarse una serie de circunstancias específicas que rara vez se producen en conjunto, a saber:
Que el animal esté infectado por PRIMERA VEZ, ya que una vez contraída la enfermedad adquiere inmunidad.
Cuando las heces del gato permanezcan en el sitio más de 24 horas y menos de 5 días.
Que la persona tenga contacto con las heces con las manos desnudas y se las lleve a la boca o manipule alimentos.
Aunque la mascota esté infectada, es difícil que la enfermedad se contagie a las personas que conviven con ella.
En todo caso, existen situaciones de transmisión más habituales para el hombre. Es el caso de la ingesta de carne cruda o mal cocida, frutas o verduras contaminadas, o agua sin el tratamiento sanitario adecuado.
Contagio animal
Para contraer la enfermedad, el gato debe entrar en contacto con el parásito comiendo carne contaminada. Por ejemplo, comer un roedor, ave u otro animal enfermo, o bien carne cruda previamente infectada.
No obstante, si contrae el virus, la toxoplasmosis en el gato tarda unos 15 días en reproducirse. Se aloja en los intestinos del animal formando unos huevos llamados ooquistes, que se eliminan a través de las heces.
Síntomas de la Toxoplasmosis en el gato
Al ser una enfermedad asintomática, el animal no presenta signos claros de sufrirla. Sin embargo, hay ciertas señales de alarma que deben considerarse, tales como:
Diarrea
Falta de apetito
Fiebre
Apatía
Respiración
Defensas bajas
En caso de detectar cualquiera de estos síntomas, te recomendamos acudir a nuestro hospital. Uno de nuestros médicos veterinarios hará una extracción de sangre y considerará el diagnóstico y tratamiento adecuado para tu mascota.